Amo mi casa y sobre todo mi cuarto. Es espacioso, luminoso y muy acogedor.
Desde una gran ventana con suaves cortinas de tul azul, la luz cae sobre mi escritorio, en el que hay un vaso con lápices y rotuladores, una fotografía en un marco viejo, unos cuadernos. La mesa es grande, maciza, con muchos cajones y departamentos diferentes que contienen todo lo que necesito: libros de texto, manuales, papelería, un álbum de fotos, que reviso cuando estoy triste. En el escritorio - haciendo la tarea. Trato de hacer que siempre se vea limpio. Hay una silla cerca de la mesa.